martes, 3 de mayo de 2011

Felicidad exhibida

A uno le encanta pensar en un salon finamente decorado y protegido por todo el confort del buen gusto que llega hasta los mas minimos detalles... luz, color de los muros, calidad de los materiales, atencion... la ropa, el gesto, el modo... Como una especie de paraiso terrenal cuidadosamente construido y articulado...
Pero detras de todo eso existe un mundo, usualmente, confuso y compicado, no tan rico como el resultado final... producido... Con muchos vericuetos ocultos... e incluso, no solo inconfesos, sino que las personas ni siquieran quieren conocer... Porque prefieren sentir una deficiencia y buscar como aplacarla... que conocerla en su entidad y en sus raices y entrar dentro de esa oscuridad con la fuerza del perdon. Porque la rabia de no contar con lo que se espera, se quiere, se pretende o se ve en otros, por envidia y celos, nos hace pensar que somos menos amados o descuidados o dejados de lado... casi, a veces, como arrumbados... Como si nosotros tuvieramos que remontar todo eso solo con nuestra voluntad.
Sobre todo en una vision del mundo netamente animal... en el sentido mas primario y salvaje... que no reconoce ni privilegia nada que no sea la energia. Y que da a la energia una dimension de IMPORTANCIA que no le corresponde... Ahi, empieza el sufrimiento, cuando me falta esa energia; cuando no puedo seguir el ritmo de los demas y no soy incluido; cuando me dejan de lado y no se como treparme el "tren" de ser alguien...
Toda esa furia puede tornarse en una especie de esfuerzo sobreconcentrado para llegar... no se a donde... En realidad, solo a donde veo al otro y a la felicidad que el otro me "vende" que tiene. Sin pensar que ese sentido de felicidad pudiere emanar de vicios: el orgullo, el dolor de escapar de un trauma, el encontrar a alguien que quede por debajo para apoyarme en eso y seguir envidiando hacia arriba usualmente jajajajajajajajaja... Sin paz... nuncaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Dios nos saca de esa perspectiva y nos conduce hacia nosotros mismos. Y a sus dones y a confiar en sus dones.... y a aceptar la vocacion que El me ofrece para encontrar un sentido en el Amor.
Pero ese Amor no es una mera emocion o una emotividad... es una conciencia mas profunda que, a veces se traduce gratamente en la emotividad y genera -trabajados- sentimientos que acompanian el crecimiento... Pero otras veces se guarda en solo la percepcion de una conciencia desde la que se construye... aun cuando el corazon es inundado por la desazon y el constante desaliento... Es que se percibe la vida no desde mi programa o proyecto sino desde un SENTIDO en razon de los cuales los programas o proyectos son solo meros instrumentos... y no metas a alcanzar.
Puede haber gente que cierre el proyecto de su vida... sin haber vivido ni sabido de que se trataba. Ahi, la muerte, la adversidad, los fracasos, los derrumbes, las "perdidas" son una especie de magnificos hermanos que vienen a ofrecernos abandonar algo y entrar en algo completamente diferente... tal vez con la riqueza de lo anterior... o, incluso a veces, teniendo que deshacernos de esas cosas que solo PARECIAN ser esenciales.
Es un itinerario que depende de la decision de optar por la humildad y no confundirla con una especie de aplacamiento agazapado cuando no consigo lo quiero y busco repararme en una hibernacion hasta que los hielos descongelen y pueda volver a zarpar hacia mi locura.
La "locura" es gustosa porque no tiene marco y siempre tiene la autojustificacion del impulso... Uno lo siente y lo actua... sin referencia ni responsabilidad saludables... no digo "normativas" sino responsabilidad sensata y saludable.
Uno quiere un caballo domesticado para montar... pero, queremos domar al hombre interior? No digo "vencerlo" aplacandolo a latigazos o justificando en todas sus golferias... digo domesticando... como le dice el zorro a El Principito...