domingo, 22 de septiembre de 2013

De jaulas doradas y laberintos


La carne humana de Dios, todo es solo belleza inmensa, con la calida luminosidad del origen, y caducidad y muerte.
Uno puede inventarse un mapa provisorio, para sortear los escollos de los miedos, con una "omnipotencia" manipuladora... a la luz de mi ENERGIA manejable...

Despues están los espacios vacíos históricos -como agujeros negros- que me condicionan, sujetan y retrotraen o bien a formas pasadas de dolor o a las seguridades de seguir viviendo como enjaulados (como el pájaro, con asa y comida, y protegido de las garras del gato por lo cerrado de los barrotes de la jaula.

Uno elige: o ve el Amor que irrumpió en la historia humana y abrió una puerta definitiva en la frontera de la muerte y quebró la caída del tiempo en la libertad mal usada... O seguir en la jaula dorada de mis logros, éxitos, seguridades e intereses.

Uno elige caminar y ser peregrino o deambular por el laberinto de su historia...

Porque la gente suele vivir siendo SOLO/SOBRE TODO lo que logro: y en ello puede haber muchos elementos espurios, de cualquier orden, ocultos en la rentabilifpdad o utilidad que brindan en diferentes ordenes. 

Laberinto es como una "cuna"; un espacio cerrado que da seguridad, lo suficientemente amplio para parecer un espacio pero donde me muevo solo con factores de dependencia afectiva: dañinos o gratos... pero de dependencia!

jueves, 19 de septiembre de 2013

Emotividades sin verdad

Muchas veces los seres humanos fueron sometidos a vivir de sus emociones.
De niños no pueden elegir a sus progenitores: están "condenados" a padecer el vivir DENTRO de los límites de la emotividad de sus progenitores.
Y se someten por supervivencia: alimento, aseo, salud, protección física...
De adultos, el hecho de convivir con la emotividad de pares, que pueden detentar situaciones de poder, puede producir otras formas de sumisión.
Autoridades colegiales, académicas, laborales, vinculares.
El hecho de QUERER TENER UNA VIDA COMO TODO EL MUNDO produce muchas veces precipitaciones en "situaciones vinculares" (bandas, companerismos, amistades, comunidades -religiosas, sociales-, noviazgos, parejas, casamientos, familias) sin revisar el grado de verdad respecto de cada una de ellas y, por miedo de fracasar, hace que uno se adentre, instale o fuerce la permanencia en situaciones malsanas.
Malsanas por falta de verdad. Como la visión mental de alguien con patologías alimentarias por ejemplo: MIRA LA MENTE pero no los ojos.
Y la emoción, donde corre el miedo o la carencia busca ser desbordada corriendo más rápido... para generar una seguridad.
Seguridad tomada de algo objetivamente bueno: amar y ser amado.
Pero sin revisar como "funciona" y se da eso en lo o en quien tengo delante.
Y ahí, en ese mercado interno, canjeo la pesada deuda de carencias por la de los intereses
Esos nuevos intereses se manejan con estructuras y herramientas de poder.
Descubro el poder de la seducción y la gentileza y los uso para llamar la atención y generar interés en mi.
Descubro el poder de la imposición y la fuerza y lo uso para someter y crear una especie de liderazgos piramidales como el de machos o rebaños de animales: encuentro un título grato para esto... líder... alguien con temple y carácter.
Es todo emoción sin verdad...
Por eso pede haber líderes de grupos, religiosos, políticos, de bandas... música, cultura, narcotráfico... Todos atractivos en algún aspecto de su juego de poder...
Los adolescentes los buscan como una droga para salir de la opresión y comprar libertad mental... al menos mental... y toda la que puedan manipular entre un afecto emotivo seductor y una conflictividad más o menos violenta, con una "autonomía" manejada con mentiras y ocultamientos excesivos para generar una especie de espacios de libertad...
Sin vida interior no hay vida auténtica. No hay verdad.
Y el panorama de la emoción: entre el "amor" y el sometimiento, el éxito o el fracaso... dominan mucho o casi toda la "escena existencial".
Puedo crear la sensación de tener un HOGAR en mi "personalidad"... pero muchas veces tengo un TEATRO.
El teatro es bello solo en el contorno del ingreso y la sala: ahí donde la gente paga para ver y es lucrativo; del otro lado de bambalinas suele ser como las viejas cocinas de las casas elegantes.
Ahí estaba el personal y los cubiertos eran de acero... tras la puerta del office se habría una elegante y discreta sala donde los comensales comen con un servicio de plata...
Ahora que el sistema económico y laboral complico ese modo... las cocinas son suntuosas... habitadas laboriosamente por los mismos que antes comían solo con servicio de plata: ahora transformada funcionalmente en objetos de diseño, de precio y hasta de "culto"...
Las nuevas liturgias de poder... muchas veces clausuradas en sus laberintos de juegos de poder... sin puerta para asomarse a la trascendencia... Trascendencia muchas veces confundida como descendencia... mera "prolongación" de sí mismo.
Y el "espacio" de experimentación de mi pasado... para alguna vez producir con "éxito" un FUTURO PROMETEDOR...
No siempre ni todo... pero mucho y muchas veces...
Tal vez SI, mucho más de lo que se querría, ver, revisar, resarcir y reparar... para ALGUNA VEZ aprender a aprender-a-caminar...

martes, 17 de septiembre de 2013

Sobre la afectividad

Uno, muy comunmente, se deja "catalogar" por la afectividad de alguien que nos gusta, atrae o interesa...
Y, en vez de encontrarse a través de la afectividad, la misma carencia hace que busque mi valor en otro/s.
Y hay en mí una fuente de afectividad de donde brota mi ser y mi sentido y mi misión.
Si no parto desde ahí, tendré una especie de transacción y la frontera de verdad sobre mi ser será el límite del aprecio del otro. Con la inestabilidad de la mutabilidad en un ser contingente y frágil.
Por eso las relaciones muchas veces no duran. Porque parten de una afectividad compensatoria y calificante. Sin espacio de libertad para saber bien quién soy y qué tengo para dar y cómo me interesa vivir y convivir.
Duran, lo que dura el atractivo, el interés o la utilidad. Y, en general, hay serias dificultades para reconocer esto. Se prefiere "emparchar" la memoria con algunos recuerdos aislados gratificantes y construir "puentes" sobre abismos mentales... sin dejar de percibir o sentir su "vacío"... prefiero percibirlos como un fondo subyacente... que prefiero no revisar ni mirar.

lunes, 16 de septiembre de 2013

No haber podido no es desgarrador


  • Pensar que pudimos haber hecho cosas fantásticas y no nos animamos no es desgarrador NUNCA!!!
    Si se siente así es porque no hay benevolencia
    O un exotismo perfeccionista dependiente que trata de rellenar apolillamiento afectivos!!!
    Exitismo
    Nunca es trágico...
    Tiene el dramatismo, la tensión, el dolor, la incertidumbre de todo proceso de crecimiento en el que uno se adentra pero que no puede controlar
    El crecimiento se percibe, reflexiona y vive con paciencia y fortaleza
    Es de peregrinos y no de atletas entrenados para triunfar
    Es para niños que no quieren ser infantiles sino crecer en adultos... sin serlo nunca del todo pero sin justificar se en vicios que retienen en gradaciones inferiores gustosas. Donde uno se demora y detiene porque puede manejar lo que conoce
    El crecimiento es para contemplativos que ven y caminan pero no buscan asir, coleccionar y exhibir