miércoles, 27 de febrero de 2013

recuperar la mirada

Muchas personas siguen un ritmo en sus vidas llevados por los proyectos tejidos en sus pensamientos. Estos pensamientos suelen proceder de una multiplicidad de experiencias, sobre todo, emotivas.
Pocas veces son fruto, entonces del silencio y de una reflexión sincera y más propiamente racional.
Pocas veces son fruto de la contemplación serena y profunda (aún en medio de las turbulencias de la existencia) sino más bien como "arranques" atados o sumidos en las ilusiones heredadas y en las exigencias circundantes.
Recuperar la mirada pide humildad para ver lo que exactamente hay; dentro mío, alrededor mío... en las personas, situaciones y cosas.
Y desde ahí sí tomar decisiones: la primera de las cuales es reverse a sí mismo para aprender a generar una buena y saludable actitud hacia los demás.
Ver en qué "estantería" el otro elige estar (despojando palabras bonitas o hirientes o idealizaciones) y percibirlo ahí. Resistiendo la tentación de excluirlo.
Cada persona es una magnífica obra de arte y a veces le toma toda la vida percibirlo porque "tiene la desgracia de que le va bien"... como lo piensa... sin poder jamás -o muy ocasionalmente, en raptos emotivos negativos- pensar cómo realmente está viviendo... y qué está generando y ofreciendo en su entorno.
Uno no debe cerrar emotivamente el valor a nadie... aunque tenga la astucia (suaves como palomas y astutos como serpientes) de percibirlo en su realidad actual... Porque el otro se merece una vida mejor... y, sin quedarse esperando... uno tiene que permanecer profundamente abierto a que eso algun día pudiera -del modo más impensado- ser recibido.
Uno tiene que guardar el mejor deseo pero tomar las precauciones de la conducta actual.
Es como te decía de una persona que conozco que hace todas cosas agradables y generosas pero es todo por su necesidad de compañía... Y eso explota en el manejo del tiempo... que no es neurológico... sino significativo...
Uno pensaría que él te quiere mucho y bien pero más bien te quiere porque le hace sentir bien y le gusta lo que tiene... aunque le cueste sacrificios...