miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cuándo nace la alegría?


Cuando ves la verdad: no la tenes que armar, fingir, ocultar, fabricar, componer, producir, inventar... Es una actitud contemplativa y receptiva... la agudeza de la intuición que capta un todo simple colmado de una riqueza interior rica y compleja... no complicada... Y que se va percibiendo en la paciencia, con la satisfacción del crecimiento...
La alegría de no tener que sostener ni vender ni pagar expensas: es lo que soy y lo que tengo...
No el potencial que otros me ven y a lo mejor, amputándome, logro producir para la satisfacción mental o económica de otro u otros... Puedo terminar pensando que soy eso...

viernes, 23 de noviembre de 2012

si no me conozco...

Recién hablaba con una mujer joven que sentía mucha pena por las personas cuyos hijos habían fallecido y estaban sumidas en un difícil estado de ánimo.
Y me pareció que era demasiada conmoción; y coincidía con un comentario "excesivo" respecto de su progenitores: el reconocimiento de sus sacrificios y dolores...
Entonces, fuimos viendo cómo ella estaba demasiado "habitada" por los demás y con poca y difusa conciencia de sí misma. 
Valorarnos a cada uno como personas significa percibir que soy único e irrepetible. Lo que significa que ahí ya existe todo un universo completamente diferente... sólo modificable por una actitud de mímesis en que intento refugiarme en ser una copia adaptable a los demás. Una copia, no por comunión, sino para parecerme de lejos como del mismo "rebaño".
Y que el problema, entonces, no es dónde estén las personas... sino cómo es que las personas vivan dentro nuestro...
Entrar en sí mismo como persona nos protege de la tentación de extravagancia: ser como arbolitos de navidad disfrazados de originalidad.
Hoy iba en colectivo y vi un muchacho en un centro de control de salud para el trabajo. Un poco exótico y pensé: este muchacho copia o tiene estilo. Porque copiar, siempre se hace prolijamente mal... porque lo transfiero literalmente sin las adecuaciones de mis proporciones, actividad e intereses. Es como esperar que la gente pondere lo que hay en un catálogo... como si fuera una hoja de papel de revista de mayor o menor calidad.
En cambio tener estilo es más parecido a percibir algo que tiene sintonía conmigo y que me permite expresarme y, entonces, puedo ir encontrando el ritmo y los tonos y los momentos....

jueves, 22 de noviembre de 2012

vivir sin parar

por qué vivir atenazado por el miedo sería vivir sin parar?

porque uno corre para que algo no lo alcance o para alcanzar algo.
El temor, en este aspecto, creo, suele coincidir con una sensación profunda de incapacidad y la necesidad de generarla constantemente a través de la actividad.
Entonces uno tiene que generar y mantener y regenerar constantemente para conseguir llegar, atención, logros...
En cambio, cuando sabe quién es -no lo que puede lograr con esfuerzo- uno empieza a vivir desde ahí y comprende los riesgos de errores, fallos, burlas e incoprensiones.
No deja de ser vulnerable a las emociones que producen estas últimas situaciones, pero no se deja medir por ellas, Sino que se recompone de esas emociones y puede mirar más allá.
Sobre todo, desde la conciencia profunda de que uno ya tiene recursos y tiene que aprneder a perdonarse y a perdonar y a usarlos mejor. No dependiendo de la ponderáción de los demás para reomponerse.
Al principio es bastante importante: pero sólo para encontrar una dirección en que uno aprende a moverse. Y eso genera auténtica comunión con los demás y gratitud que lleva a exploraciones nuevas y más profundas... pero sin el poder del miedo.
Eso no significa que la sensación o sentimiento del miedo desaparezcan: uno aprende a dimensionar la primera con realismo sano y del sentimiento a captar lo que pudiera tener de alerta y precaución para aprender a vivir mejor...


la mente del que "tiene la plata" le miente. Porque no vive; porque comienza a suceder sólamente en un nivel mental y no hay nada vital auténtico ni profundo a la vez.
La mentira consiste en quedarse sólo en ese nivel. Porque el ser humano es una integralidad y no una instrumentalidad utilitaria. La vida mental puede darte muchas satisfacciones. O por los logros en el plano físico o por la compensaciónes que, como en un mundo virtual, podés componer y recomponer en un nivel puramente psíquico. Es vivir en una fantasía... mientras las fuerzas físicas o el nivel de ingreso económico te permita sostenerlo.
Ayer cruzaba, sobre la Av. Alvear, a una señora superproducida. Parecía en su eje y segura de sí misma. Y me pregunté: si además de la estética fallaran los negocios -porque, en definitiva, toda estética vive del "laburo"... si no laburás no cuidás o producís y toda esa seguridad... ¿a dónde iriía?- entonces, ¿qué aspecto tendría esta mujer, de qué objetos se rodearía, qué sensación le causaría el cambio, qué margen tiene para vivirlo o querría hacer algo para tenerlo?
Aunque siempre existe la posibilidad de vivir en la "embriaguez del instante" y a eso llamarlo saber disfrutar de la vida. O vivir atenazado por el miedo... y eso sería más equivalente a "vivir-sin-parar... Diría yo...

la plata no sólo NO hace a la felicidad... sino que, si no estás preparado para que la plata no te gobierne... no ayuda: tenés que vivir para no perderla y para tener más... porque no aprendiste a vivirla... sanamente y con generosidad... no excluyentemente retributiva jajajajajajajajaja.
La plata no puede ni comprar ni acceder a la interioridad. Y, en el filtro de la cabeza, se puede quedar todo; desde las satisfacciones de la sexualidad a los cálculos de gozo y felicidad por estádísticas... con el propio pasado o con el presento o lo arruinados de los demás... Para sentir menos... Para sentirse menos... la proporción se abra a infinitos insospechables... jajajajajajajaja.
Diría yo... La realidad es MUCHO PEOR que lo que pueden atisbar las estadísticas...
Pero acá quien MIENTE es el otro, la mente del otro, el miedo del otro, la dependencia del otro... Diría yo... Y, lo más-peor... es que teme ver y se hunde en más fantasía suicida... y arrastra... todo lo que puede... porque, además, NO TOLERA, sentirse solo...