domingo, 22 de septiembre de 2013

De jaulas doradas y laberintos


La carne humana de Dios, todo es solo belleza inmensa, con la calida luminosidad del origen, y caducidad y muerte.
Uno puede inventarse un mapa provisorio, para sortear los escollos de los miedos, con una "omnipotencia" manipuladora... a la luz de mi ENERGIA manejable...

Despues están los espacios vacíos históricos -como agujeros negros- que me condicionan, sujetan y retrotraen o bien a formas pasadas de dolor o a las seguridades de seguir viviendo como enjaulados (como el pájaro, con asa y comida, y protegido de las garras del gato por lo cerrado de los barrotes de la jaula.

Uno elige: o ve el Amor que irrumpió en la historia humana y abrió una puerta definitiva en la frontera de la muerte y quebró la caída del tiempo en la libertad mal usada... O seguir en la jaula dorada de mis logros, éxitos, seguridades e intereses.

Uno elige caminar y ser peregrino o deambular por el laberinto de su historia...

Porque la gente suele vivir siendo SOLO/SOBRE TODO lo que logro: y en ello puede haber muchos elementos espurios, de cualquier orden, ocultos en la rentabilifpdad o utilidad que brindan en diferentes ordenes. 

Laberinto es como una "cuna"; un espacio cerrado que da seguridad, lo suficientemente amplio para parecer un espacio pero donde me muevo solo con factores de dependencia afectiva: dañinos o gratos... pero de dependencia!

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