Mis escritos no me pertenecen NUNCA. Yo sólo soy el mucamo que los pone y acerca en la bandeja. TODO ES SIEMPRE DE ÉL!!!!!!!!!!!!!
Y en ÉL hay SIEMPRE muchísimo más esperando.
La tentación es, como en el afecto humano, caer en la trampa de los viñadores homicidas: que como se saben no ser propietarios, pretende hacerse dueños por el servicio que prestan... y quieren eliminar a todo lo que diera la sensación de verdad...
Este mundo, con su fantasía del self-made-man para todos y para todas... crea la sensación narcisista de que algo te pertenece... Y la realidad es que no necesitamos de nada, porque lo único que tenemos es el poder amar siempre y en todas la circunstancias.
Cuando hacemos depender el amar de las "ventajas" y/o "beneficios"... confundimos el bien con los beneficios/ventajas y somos esclavos de lo que poseemos y cautivos de los límites de esas cosas que entran sólo dentro de nuestra perspectiva... sin llegar a percibir para qué vivimos y estamos vivos y existimos...
Todas esas construcciones están siempre llamadas a morir aunque el glamour provisorio y seductor las vuelva atractivas... Y aún cuando la sensación burbujeante de ser exitosos nos sea más "grata" que la auténtica paz y la alegría...
Son opciones de camino...
Pero no, nunca me siento dueño y siempre me siento admirado por lo que escribo o digo... porque siento que no viene de mí... que me trasciende, aunque sienta muchas veces la tentación misérrima de apropiármelo...
Uno nunca es tan libre como cuando deja que Dios elija y uno seguirlo... Siempre es más verdadero y saludable que las satisfacciones provisorias de lo fatuo que encierran en las seguridades contrictoras...
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