jueves, 27 de marzo de 2014

buscando seguridades afectivas

Cuando la gente dice "me los comería"... ( a los hijos)  lo hacen afectivamente. Suelen alimentarse de los demás.
Y se trata de compartir con los demás evaluando la riqueza y la complejidad de la vida y no el temor de perder o de no recuperar... o de zarpar y no poder volver más...
Se trata de aprender a no añorar un puerto sino de descubrir la belleza del navegar: aprender del ritmo, del clima, de las dificultades y de los límites... APRENDER....
Y vivir más que coleccionar situaciones.
Muchas de las canciones -como los amoríos de Romeo y Julieta- tienen como trasfondo situaciones afectivas completamente inmaduras con ritmos de enloquecimiento.
Pero muy ATRACTIVAS por ese poder absorbente y posesivo que puede dar una sensación parecida -nada que ver- a la fidelidad y de seguridad... cuando en realidad cultivan sutilmente miedos de perder... CUSTODIAN eso.
Uno no tiene que reparar la historia. Es necesario aprender de ella. Y aprender a encontrar un modo diferente: mental y afectivo... DE ESTAR, SER Y MOVERSE....


La búsqueda de una seguridad para no sentirse abandonado, menos preciado, dejado de lado, menos incluido...
Eso aumenta el miedo de perder y dinamita la voracidad por la energía y la aprensión para desbloquear todo obstáculo...
Con el peligro de los asombros en cosas mas cósmicas o "mágicas"
Renunciar a nuestra libertad y a nuestra sustancia personal... para confundirse en los balances de promedios "prometedores" o que debemos "esconder"...
ESOS son los problemas tras los argumentos de lo posible, positivo o grato... 

Renunciar a la capacidad de discernir, de atender, de comprender y de decidir y de elegir.
Relegar eso en fuerzas mágicas o cósmicas. Bucear en las palabras o juegos gráficos de otros -amparándose en efectos físicos... que son de un orden menor al de la libertad... pueden ser simples condicionantes- sin poder ver, escuchar, comprender, decidir y elegir.
La libertad es sólo para el bien. Cuando elijo el mal me distancio de mí mismo y del orden que rige el mundo. Elijo entrar en juegos de poder; de combinaciones de energía que encuentran su cumbre en un punto muy pobre: el éxito.
Sin verdad el éxito no es más que una mentira que logró un resultado interesante... interesado... porque encontró otros "asociados" a un juego de intereses.
Cuando algo está basado o escondido o soportado por la mentira no sólo no puede sostenerse sino que "cobra" mucho más que lo que pareció dar.
Los "empastes" afectivos, cuando uno cobra las rabias ocultas o los miedos de perder seguridades -al estilo "no soy feliz, pero tengo marido"- obligándose a ser cariñoso para no sentirse rabioso o desbordado o ingrato... Y cuando se usa la "comprensión" para poder aguantar "mejor"... Entonces uno genera relaciones no auténticas y después tiene sentimientos y sufrimientos no auténticos.
Que hablan más bien de un dolor viejo y de lo que temo perder y del pasado que ilusoriamente querría recomponer... más-o-menos de casi-cualquier-modo...

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