viernes, 29 de mayo de 2009

Sin estímulos...y libre!

El famoso "el arte de la guerra, de Sun Tsu"en vez de generar personas brillantes, genera niños depredadores. Con una sofisticación de estrategia, la búsqueda no es un progreso en el desarrollo de una persona como crecimiento. Si no en exacerbarlo para aplastar al oponente y sentirse superior por ello. Y encima le ponen un nombre altisonante: el killing instinct. Y la sociedad gime si a la persona le "¡faltara!" eso... como una especie de defecto dramático.
Terminan siendo infantes que, en vez de figuritas, tienen tarjetas corporate con lo cual se pueden permitir algunas fantasías autodestructivas, pero satisfactorias. Al mismo tiempo, "anzuelar" a algun incauto de sabiduría vital, pero codicioso, que espera también tener participación en la juguetería. Algo así como un tironeo de juguetes... a ver quién tiene más y los mejores.
El sano despojo del paso del tiempo y del deterioro de la energía, genera movimientos saludables, que no todos se animan a seguir... añorando, no tanto conservar la lozanía, sino más bien una especie de perenne infancia, como si eso fuera la acepción más atractiva de la eternidad. Una eternidad reducida en un gusto de consumos que exigen estrategias agobiantes. Bajo el criterio de que todo pide su sacrificio bajo el sol ("Paris bien val une messe").
El sistema, el coach, se comportan como una especie de "madres/padres posesisivos"... es POR ellos que lo logro... lo hago yo... pero son ellos. Ellos me dan el estímulo, la posición y el aliento para desplegarlo. Por eso hay exitosos adictivos... no sólo al éxito sino también a la "droga" del estímulo. Y, no son seres comunitarios, que aprenden a compartir sino niños egoístas y agobiados que no toleran no llegar para ser. Eso es doloroso pero MO DI FI CA BLE.
Uno tiene que rebobinar y recordar el día en que levantó la cuchara, con el babero puesto, y dijo: "yo solito"... y, a pesar del enchastre y la dificultad... se animó a proclamar la primera estrofa del himno universal de la libertad... Ojalá no aplacáramos este primer clamor que brota del amor primero que nos fundó... antes de rellanarnos en las decoraciones de las ilusiones y los "on tops".

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