sábado, 4 de octubre de 2008

Del miedo a la libertad

Es un signo de esperanza de poder llegar a madurar. Lo único que puede matar esto es el mecanismo de la "negociación" de guardar intereses. Porque viene el repliegue sobre sí mismo y una existencia mental y de concreciones del "mundo".
Uno aprende a ser hombre venciendo el miedo a las diferencias y peligros. Los "piensa" menos, aprendiendo a vivirlos y atravesarlos con amor. Es como el artista; no sabe cómo es la obra; la ve "crecer" delante suyo y le va pidiendo. Es muy distinto de la estandarización de la fábrica donde todo sucede de acuerdo a un plan... pero sólo eso.
Dejar entrar implica más libertad que controlar con aduanas y migraciones el acceso sólo a lo ya clasificado... salvo que uno sepa qué es lo malo. Y como parte de la madurez, saber qué cosas uno no hará porque le hacen mal, aunque pudiera hacerlas. Eso es libertad, si bien puede parecer represión.

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