Todo lo atávico, imposición social de tránsito en el momento de paso por el sistema, los "mandatos" imperativos familiares que crean un vida perfecta... parecida a un "perro"... mejor o peor amaestrado... de más o menos raza... con más o menos pedigree formalmente rentable o lustroso al menos...
Ese dinamismo hacia afuera y la falta de estructura interna que permita reconocerse como persona -en toda su dimensión-, crean la imposibilidad de avanzar hacia adentro y profundo; entonces ya no hay antropología sino sólo dinamismo y rendimiento.
El hombre no puede escindirse de las preguntas sobre el origen y el fin y sobre el hecho de que va a fallecer; incluso tratando de negarlo.
La finitud no se supera jamás; sólo se acepta. Y uno descubre que no es obstáculo sino una forma de riqueza: puedo esto y no puedo todo.
Por otra parte, la pasión profunda me guía hacia mí mismo, hacia mi parte. Sólo la codicia y lo imperativo externo pueden torcer mi "fuego interior" y, de un modo prometeico, intentar usarlo para otros menesteres rentables y rendidores en el exterior, pero que cuanto más eficacia tanto más oscuridad y vacío interno, tanto más extranjería en mí mismo y distancia de la percepción profunda de mi esencia.
Sante Teresa Benedicta de la Cruz dijo: "cada ser encuentra el cobijo en su esencia". Siempre conocemos menos y poco y nos toma mucho trabajo, paciencia y tolerancia saludable con el error y la confusión. Nada tan peligroso como la pretención de ser genios o expertos o, peor aún, el mejor.
El hombre no puede escindirse de las preguntas sobre el origen y el fin y sobre el hecho de que va a fallecer; incluso tratando de negarlo.
La finitud no se supera jamás; sólo se acepta. Y uno descubre que no es obstáculo sino una forma de riqueza: puedo esto y no puedo todo.
Por otra parte, la pasión profunda me guía hacia mí mismo, hacia mi parte. Sólo la codicia y lo imperativo externo pueden torcer mi "fuego interior" y, de un modo prometeico, intentar usarlo para otros menesteres rentables y rendidores en el exterior, pero que cuanto más eficacia tanto más oscuridad y vacío interno, tanto más extranjería en mí mismo y distancia de la percepción profunda de mi esencia.
Sante Teresa Benedicta de la Cruz dijo: "cada ser encuentra el cobijo en su esencia". Siempre conocemos menos y poco y nos toma mucho trabajo, paciencia y tolerancia saludable con el error y la confusión. Nada tan peligroso como la pretención de ser genios o expertos o, peor aún, el mejor.
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