sábado, 4 de octubre de 2008

Soledad y dependencia

Ser independiente no es lo mismo que saber estar solo. Hoy, el sistema formativo y laboral, ayuda más fácilmente a evitar los abusos antiguos: la mujer sometida al varon, las personas sometidas al padre de familia, gente sometida a regímenes.
La formación y el sistema laboral actual te permiten pagar tus cuentas, y el cuadro legal que te desplaces con más movilidad. Incluso, moverte a que te vayas a vivir juntos porque eso te ahorra gastos y además podrías tener menos impuestos.
La esencia, la riqueza de la sociedad que es que la gente esté consigo misma, ha desaparecido. Se pasa de una dependencia a otra en un cuadro de festejada independencia... económica, guiada por: yo tengo los medios... pero te lo voy a cobrar! Es una sociedad de "amistad" pero cada uno tiene que cumplir su parte del contrato. ¡La invasión de lo contractual!
Y en la cumbre de la evolución, se le ponen clásusulas para preservarte en eventuales riesgos futuros. Y es una gran evolucion el desarrollo de lo legal, pero el problema es que la ley vive para el resguardo de eventualidades,y perdió su función de ayudar a conducir a un "dar a luz" el ORDEN.
El orden es distinto de la regla discrecional -disfrazada de "principio"- que permite tener sometida a la gente. El orden es vital y, por ejemplo, nos protege de la tentación de la codicia. Porque, cuando todo se "contractualiza" entonces la codicia gobierna; aún los afectos y en la cama. No es diálogo, no es contemplación del otro. Es TODO mental, cartesiano: "pienso, luego existo...". El desprecio del espíritu humano en su dimensión creativa más profunda. Entonces, las ideas rentables, parecieran ser las más ricas y, las menos productivas, mucho menos interesantes.
Cuando sobreviene el colapso de las excentricidades, uno vuelve a las cosas básicas. Y la gente sale de sus ilusteres ominipencias citadinas para huir al despojo de la naturaleza. Con aire acondicionado y alguien que te lleve la copa de champagne; jugar a "pobres" por un rato o por unos días pero, con estos pequeños placeres contractuales.
El peligro de la "independencia" sin soledad, sin sí mismo... una especie de anti "vos" para no quedar sometido a tu poder y caer en el poder de la codicia y del contrato, sin vida... todo mental...

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